Aunque parece que nuestros hijos
siempre dan vueltas sobre los mismos conocimientos, la realidad es que
en el colegio cada curso es un escalón más en la escalera que les
llevará a su vida adulta.
Es
necesario que cada vez suban ese pequeño escalón que a penas les
costará esfuerzo. De no hacerlo, si se duermen y no trabajan para
conseguirlo, el esfuerzo de subir dos o más escalones a la vez puede
provocarles un buen golpe. Como en la vida misma, las escaleras entrañan
ciertos peligros.
Si
en primer curso de primaria, la dificultad estriba en el gran cambio de
metodologías y pautas y en el desarrollo completo de la lectoescritura,
en segundo uno de los hándicaps son las tablas de multiplicar.
En
este punto de su madurez, los peques ya entienden que no es rentable
hacer una suma repetida pudiendo llegar más rápido con una
multiplicación. Pero.... memorizar esas tablas interminables ha sido y
sigue siendo, tedioso.
No
hay otra. Para este tema sólo funciona LA MEMORIA. La denostada memoria
que desde hace unos años se castiga como perteneciente a tiempos
pasados. La memoria a largo plazo es necesaria. Es nuestro gran almacén
donde guardamos esas cosas que nos han de servir para toda la vida.
Pero, ¡ojo! no es necesario que para ingresar un paquete en ese almacén,
tengas que grabar a sangre y fuego su contenido. Hay muchas maneras de
organizar la información, y ten por seguro que si LA COMPRENDES, será
mucho más fácil saber en qué parte de ese almacén tienes que dejarla
para luego encontrarla fácilmente.
Las
tablas de multiplicar tienen muchos truquis que triunfan entre los
alumnos. Normalmente, multiplicar no nos da miedo hasta que llegamos a
la tabla del 6.
Con la
tabla del 2 y del 3, sabemos contar mentalmente de 2 en 2 y de 3 en 3.
La del 4 es el doble de 2 y siempre es par. La del 5 acaba en 0 o 5...
pero la del 6.., la del 7, 8 y 9!!!
La temida tabla del 9, para la que ya nos faltan dedos, narices y orejas en el cuerpo para contar.... ES LA MÁS FÁCIL.
Mira tus manos y numera los dedos del 1 al 10.
Para multiplicar 9x1, baja el dedo con el nº1... y te quedan 9 (resultado).
Para
9x3, baja el dedo con el nº3. Delante de ese dedo te quedan 2 deditos
levantados (2 decenas= 20) y detrás te quedan 7 dedos, que son las
unidades. Por lo tanto= 27.
Funciona con todos los números de la tabla del 9.
Este
método sirve para cuando aún están aprendiendo la tabla. Con la
repetición continuada de las multiplicaciones, acabarán fijando en la
memoria los resultados y será mucho más fácil acudir a la memoria que ir
contando deditos.
Por eso, en un principio, déjales utilizar cualquier apoyo que les sirva para facilitarles la memorización.
Como
he dicho antes, hasta la tabla del 5 solemos poder memorizar sin
problemas utilizando el cálculo mental. Pero con números mayores es más
difícil. Parece que si se nos cuela un 8 o un 9 en la multiplicación ya
no sabemos cómo contar. No hay problema.
Igual que antes, nombra tus dedos tal y como ves en la figura de arriba. Esta vez, del 6 al 10 en cada mano.
Cada mano, será uno de los números que se multiplica (recuerda que sólo es válido desde el 6x6 al 10x10).
Y ahora, vamos a multiplicar.
Mira el ejemplo de aquí abajo: 8 x 7.
Ahora, los dedos que están por encima de los que se tocan, y esta vez, sin contarlos. Multiplica los dedos líbres que tienes en una mano, por los de la otra (en este caso 2 y 3) 2x3= 6. Esas son las unidades de nuestra multiplicación.
En total, sumando, encontramos que el resultado de 8x7 son 56.
¿¿Fácil???
¡¡¡Pues no falla!!!
Compruébalo!
9x7= 60+ (1x3)= 60+3= 63
7x6= 30+ (3x4)= 30+12= 42
Puedes seguir contando. Todos los resultados son correctos. Ya no tienes excusa para aprender las tablas de multiplicar, aunque sean difíciles.